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Dislipidemia

La dislipidemia es la elevación de las concentraciones plasmáticas de colesterol, triglicéridos o ambos, o puede llegar a ser una disminución del nivel de colesterol asociado a HDL que contribuyen al desarrollo de aterosclerosis. El diagnóstico se basa en la medición de las concentraciones plasmáticas de colesterol total, triglicéridos y lipoproteínas individuales.

Signos & Síntomas:

Los niveles altos de lípidos en la sangre por lo regular no suelen causar síntomas.

En algunas ocasiones, cuando los valores son altos, la grasa se deposita en la piel y en los tendones, donde se forma unos abultamientos llamados xantomas. A veces la persona desarrolla anillos opacos blancos o grises en el borde de la córnea.

Cuando los niveles de triglicéridos son muy altos, se produce una hipertrofia del hígado o del bazo, una sensación de hormigueo o de quemazón en las manos y los pies, dificultad respiratoria y confusión o puede aumentar el riesgo de desarrollar pancreatitis, un trastorno que provoca dolor abdominal intenso y puede ser mortal.

Prevalencia:

(NOM 037 2012, ENSANUT 2012)

Clasificación:

Las dislipidemias se pueden clasificar según las causas en primarias o genéticas y secundarias. Alrededor del 70% de las dislipemias detectadas son secundarias, siendo posible su corrección parcial o total a través del tratamiento de la enfermedad de base. Las primarias, serían causadas por desórdenes genéticos que afectan a uno o más genes.

 Dislipidemias primarias:

 Las causas primarias implican mutaciones genéticas que afectan el metabolismo lípidico, y ocasionan un exceso de producción o un defecto en la eliminación del colesterol unido a la LDL o triglicéridos. Algunas causas implican la producción insuficiente o eliminación excesiva del colesterol unido a HDL.

Las causas primarias tienden a ser heredadas y por lo tanto aparecen en diferentes miembros de una misma familia.

Dislipidemias secundarias:

La causa más frecuente es el estilo de vida sedentario y una ingesta elevada de grasas saturadas, colesterol e hidratos de carbono refinados que llevan a un desajuste del balance energético en favor de la acumulación de lípidos. La diabetes mellitus (DM) es otra causa secundaria importante en la que los pacientes tienden a presentar una combinación aterogénica de concentraciones elevadas de triglicéridos y LDL y concentraciones bajas de HDL. Otros trastornos como la nefropatía crónica, el hipotiroidismo, algunas hepatopatías como la cirrosis biliar primaria o el consumo excesivo de alcohol son también causas secundarias.

Recomendaciones Nutricionales:

  • Mantenga una dieta variada y en caso de que tenga exceso de peso/grasa corporal controle la ingesta de alimentos y siga un plan nutricional balanceado.
  • Aumente el consumo de frutas y verduras, frescos y de temporada, al menos 5 al día.
  • Consuma cuatro veces por semana legumbres para asegurar un aporte de fibra soluble.
  • Disminuya el consumo de carnes rojas (máximo 1 vez cada 10 días), embutidos grasos, lácteos enteros y sus derivados (quesos, mantequillas o natas).
  • Puede consumir huevo hasta 4 veces a la semana, evitar prepararlo con mucha grasa.
  • Consuma frecuentemente aceite de oliva en crudo en ensaladas y alimentos.
  • Evite aceites de coco y palma, presentes frecuentemente en ultraprocesados.
  • Evite el consumo de alcohol y de tabaco.
  • Realice ejercicio físico de forma regular asegurando un mínimo de 30 minutos al día.

Tipo de dieta:

Se recomienda una “Dieta hipolipemiante”

Fruta, verdura y cereales integrales. También se recomienda comer alimentos con una gran cantidad de fibra soluble, ya que esta se une a las grasas en el intestino y contribuye a reducir el colesterol, entre estos alimentos se encuentran el salvado, la avena, los frijoles o alubias, los guisantes, el arroz integral, la cebada, los cítricos, las fresas y la pulpa de manzana.

Se basa en llevar una alimentación con poca cantidad de grasas saturadas y de colesterol para así reducir los valores de colesterol LDL.

Sin embargo, las personas con concentraciones elevadas de triglicéridos también necesitan evitar el consumo de grandes cantidades de azúcar (ya sea en alimentos o en bebidas), de harina refinada y de alimentos con almidón (como la papa y el arroz).

Conclusión:

Una vez realizada la investigación se concluye diciendo que las dislipidemias son alteraciones de colesterol y triglicéridos en el torrente sanguíneo que pueden desencadenarnos patologías como la aterosclerosis y cardiopatías isquémicas.

Normalmente esta patología se relaciona con malos hábitos alimenticios como el consumo de dietas hipercalóricas y sedentarismo, lo que ocasionan también el incremento del peso y adiposidad corporal.

Por lo que es de suma importancia la nutrición, la dieta es fundamental para erradicar la alteración o prevenirla, una dieta libre o baja en grasas es la mejor opción. Aunque también debemos de llevarnos de la mano con otros factores como el ejercicio, la suspensión del tabaquismo y de otros medicamentos que alteren el perfil de lípidos.

Bibliografías:

Stalin Lorenzo Solorzano, Editorial Académica Española, 2018, Recuperado de: https://www.ifcc.org/media/477409/2018_dislipidemias_solorzano.pdf

ENSANUT, Encuesta Nacional de Salud y Nutrición 2018, Recuperado de: https://ensanut.insp.mx/encuestas/ensanut2018/doctos/informes/ensanut_2018_presentacion_resultados.pdf

Elaborado por: L.N. Saouri Edith Cortés Maldonado Practicante en el Colegio de Nutriólogos de Jalisco.